Parece ser, y cada vez estoy más convencido de ello, que la humanidad se dirige irremediablemente hacia un cambio, un nuevo amanecer.
A raíz de los acontecimientos que día a día se van precipitando, puedo acreditar que aquellos sueños de los años setenta en que me imaginaba un mundo feliz y diferente en el siglo XXI, han quedado en eso, un simple sueño. Y que la realidad a la que nos enfrentamos es mucho más dura y más cruel.
Mientras unos pocos se dan la gran vida y se dedican al lujo, el despilfarro y a llevar una vida glamourosa. Unos muchos, la gran mayoría, esa gran mayoría en la que en los cánones por los que se rige una verdadera democracia debiera de prevalecer “El beneficio de la mayoría supera al de la minoría”, padece hambre, no llega a fin de mes; y lo que es más esencial, se están viendo desprovistos de sus casas, su trabajo y su dignidad, está siendo aplastada por la cruel avaricia de unos pocos que quieren ganar mucho.
Si tal vez alguien pensó una vez que la solución a una convivencia pacifica y feliz estaba en el comunismo o el socialismo, creo que ante la evidencia ha quedado claramente demostrado que la realidad es mucho más distinta. Los países socialistas y comunistas siguen matando de hambre a su pueblo, donde los derechos humanos son pisoteados continuamente, y aquí en España tenemos la prueba evidente de que el socialismo que hemos vivido nos ha llevado a la degeneración, no sólo económica sino también moral.
Creo que en pleno siglo XXI, las ideologías de derechas e izquierdas debieran de quedar erradicadas y en un alarde de inteligencia, salir del caparazón de la sin razón en la que andamos metidos y aplicar las normas más fundamentales de la convivencia democrática alejándonos así de la oligarquía económica en la que los poderes de la avaricia nos han abocado.
Es hora ya de que todos salgamos de dentro del caparazón de la tortuga en la que nos han sumergido los poderes económicos, fabricado con la avaricia del ser humano, y así, desprovistos de tan indigna coraza del quelonio, caminemos juntos hacia un mundo nuevo y feliz.
© Joan Tudela 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario