Los gobiernos de todo el mundo, dan como única salida a la solución de la crisis, la subida de impuestos y los recortes sociales. Esta práctica medieval, en la que el Sr. del Castillo arrasaba con todo en las aldeas para satisfacer su sed de dinero, aunque ha cambiado la forma, se sigue practicando en pleno siglo XXI.
Mientras el dinero se despilfarra en cosas absurdas, como trazar el mapa del clítoris femenino, o la promoción lingüística del Catalán y otras chorradas. La SGAE de Tedy Bautista, Los Eres falsos de Andalucía, los desastres económicos de Extremadura y Castilla La mancha, así como los continuos despilfarros en los miles de Ayuntamientos, donde no cuadran las cuentas y una larga y enorme lista de actos mangánicos, unido a los elevados sueldos que perciben sus señorías, así como el continuo despilfarro de la clase política, es lo que nos ha sumergido en esta crisis.
Hay que tener en cuenta que en muchos pueblos la policía local patrulla a pie, mientras algunos de sus señorías tiene a su disposición una flota de cuatro blindados, más las contra vigilancias.
Que nadie se lleve a engaño, esa es la única causa de que las arcas gubernamentales estén vacías. Esta y ninguna otra más.
¿Y quien ha de pagar todo esto? El pueblo llano.
La clase trabajadora menos favorecida, ha experimentado en ocho años una cruel subida de su salario en un miserable 1%. Mientras qué, por citar uno de los miles ejemplos ya que la lista sería interminable, el recibo de la luz ha experimentado en estos ocho años una subida superior al 83 % (el salario medio de un consejero de hidroeléctricas supera los 25.000 euros al mes). Y no digamos de la gasolina, el teléfono, los alquileres, las hipotecas y por supuesto los impuestos. Con esta práctica, y mientras los estómagos agradecidos de los Sindicatos han estado mirando hacia otro lado, los derechos del pueblo se han ido viendo reducidos a la miseria.
¿Es este el pago que debemos de hacer por la mal llamada libertad? ¿Qué pasa con los derechos democráticos, con el beneficio de la mayoría, con el poder del pueblo?
Esta crisis, que sólo favorece a las grandes fortunas que siguen amasando su dinero, especulando con él y que con cada recesión ven multiplicados sus beneficios, saben pagar muy bien sus favores a la clase política, la cual no ha visto recortados sus ingresos en ningún momento.
El coste mensual de la clase política, entre presidente, ministros, diputados, senadores, gobiernos autonómicos, alcaldes, concejales, eurodiputados, directores y subdirectores, ex políticos con sus sorprendentes pensiones vitalicias y un largo e ilimitado etcétera, de los que están chupando de la teta, supera en estos momentos más de 4.236.788 sueldos, (muchos de ellos, perciben hasta cuatro sueldos). Mientras algunos sueldos superan los 27.000 euros mensuales, más de el doble del salario anual que percibe el 45 % de los trabajadores españoles, muchos de los cuales apenas llegan a cobrar 600 euros al mes. Algunas de las pensiones no supera el salario mínimo interprofesional que es de 641,40. (Un ex consejero jubilado de una caja de ahorros, percibe un salario anual de 4.000.000 de euros.) ¿Es esta la vida democrática que nos prometieron?
En resumen, el coste mensual de la clase política casi llega a los 50.000.000.000 euros. Lo pondré en letra también por si alguien se pierde entre tanto cero. (Cincuenta mil millones de euros mensuales). Y en ningún momento nadie ha decidido tocar este dinero.
¿De dónde salen los cincuenta mil millones? Simplemente obteniendo una media ponderada desde el salario máximo mensual al salario mínimo, el cual oscila entre 27.260 euros al mes a 8.420 euros al mes. (Se denomina media ponderada de un conjunto de números, al resultado de multiplicar cada uno de los números por un valor particular para cada uno de ellos, llamado “su peso” y obteniendo a continuación la media aritmética del conjunto formado por los productos anteriores. Para los de la Logse). En resumen, que la media ponderada resultante es del orden de los 11.324 euros mensuales. Si multiplicamos esta cantidad por 4.236.788 el resultado es 47.977.387.312. Y esto sin poner las dietas, comisiones y demás gastos a los que sus señorías están acostumbrados.
Así es. La clase política nos cuesta a todos los españoles cincuenta mil millones de euros.
Pero de ese dinero nadie habla, ese dinero ni tocarlo que es sagrado.
Se supone que los que se dedican a la política, lo hacen por su amor movido a los demás. Por lo menos, cuando uno de ellos se muere, estas son las palabras: “ Llevó una vida plena, dedicada enteramente a los demás y su amor por España” … y la pasta que se llevó a costa de ello.
Entonces digo yo. ¿Por qué toda esta clase política, dedicada por entero a los demás, no decide dejar de percibir sus desorbitados salarios durante un mes?
No creo que un ministro que percibe unos 25.000 euros al mes. Pase hambre durante ese mes.
Con todo esto, las arcas Españolas en un solo mes, quedarían completamente saneadas, no habría necesidad de hacer más recortes. Si cada vez que se vieran mermadas las arcas españolas, se empezara por recortar el salario de los políticos, muchos se lo pensarían dos veces antes de proceder al despilfarro. Para ellos el dinero de los españoles, es como cuando se juega al Poker con dinero de mentiras, como no es suyo pues todos arriesgan. Pero si cada vez que las arcas españolas lo necesitasen, vieran mermados sus salarios, se lo pensarían dos veces.
Está claro que esto no solucionaría el total de la crisis a nivel mundial, porque hay que ser conscientes de que estas crisis, son promovidas por las grandes fortunas mundiales, de la misma forma que las supuestas gripes virales, algunas de las guerras o actos terroristas; y sobre todo, qué o quienes, van a tomar las riendas de un país. Pero seguro que contrarrestaría en gran medida los sufrimientos de más del 80 % de los españoles que no llegamos a fin de mes. Pero esta… esta es otra historia, que cuando tenga los datos necesarios, ya contaré.
Mientras tanto, espero que el ser humano que tanto demuestra ser inteligente para unas cosas, se dé cuenta de que con la avaricia, no se puede llegar a una armonía pacifica.
A un estamos a tiempo de regresar al Jardín del Edén y de la paralizar los desastres que se avecinan que a nadie beneficiaran, y que no distinguirán entre ricos y pobres.
© Joan Tudela 2011.
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