Cuando los apóstoles preguntaban a Jesús: – Maestro: ¿Cómo es que puedes hacer milagros? – Este les respondía – El secreto está en la fe.
Cuando Dios creó al Hombre dijo: – Hagamos al Hombre a nuestra imagen y semejanza.
Es decir, el Creador no sólo nos dio su imagen, sino que nos hizo semejantes a El.
Cuando nacemos, todos lo hacemos con una energía y un poder interior. Contamos con una luz divina o poder mental que a lo largo de nuestra vida vamos perdiendo. ¿Y por qué vamos perdiendo este poder? La respuesta es bien sencilla. Desde que tenemos uso de razón nos acostumbramos a escuchar:
No hagas esto, no hagas lo otro, no vayas aquí, eso no se puede hacer… y así nos van introduciendo una serie de conductas y normas que van mermando nuestra capacidad creadora.
El problema surge cuando todas esas negaciones nos empujan a pensar que no podemos conseguir aquello que nos proponemos. Aquí es cuando realmente llega el verdadero problema.
Pues bien, vamos a tratar de solventar eso. Para ello, sólo necesitarás una cosa: Creer en que lo puedes conseguir.
Nuestra energía interna está dotada de una capacidad creadora. Eso es un hecho probado, no sólo de forma científica, sino de manera cotidiana.
Diariamente vemos a gente que consigue el éxito. Cantantes, actores, científicos, gimnastas… y no me refiero sólo a los hombres, sino también a las mujeres. ¿Y cual es el secreto de su éxito? Ni más ni menos que creer en sí mismos. Tienen fe en lo que hacen, y sobre todo, están convencidos de que lo pueden hacer.
Esa capacidad creadora es la que nos aporta la energía positiva para conseguir aquello que queremos conseguir, cueste lo que cueste. Y para eso, al margen de desearlo con todas nuestras fuerzas, lo que realmente necesitamos es creer en ello, y sobre todo, pensar que ya es nuestro. Y mucho más importante, desprendernos de todos esos “noes” que nos han inculcado desde pequeños y convertirlos en “síes” cargados de positivismo. ¿Cómo conseguirlo?
Antes de proseguir, os voy a contar una pequeña historia que me ocurrió el otro día en el trabajo.
Un compañero se lamentaba de que a nosotros dos, por ser los más veteranos y conocer a la perfección el sistema de trabajo, nos tocaba hacer muchas de las cosas que a otros no se les asignaban. Motivo por el cual él se quejaba y por supuesto se negaba a hacer, por la sencilla razón de que todos percibíamos el mismo salario. Es más, me recriminaba que cuando se me ordenaba realizar estas tareas, yo las llevase a cabo sin más.
Antes de responderle efectúe un breve análisis de su planteamiento, porque al fin y al cabo, aquello sólo eran reproches y lamentaciones. Así que, lo primero que hice fue convertir toda esa parte negativa en positiva y le dije: – Tienes razón (afirmar lo positivo), ¿pero sabes cual es la diferencia entre tú y yo? Que cuando recibimos la visita de un superior, inspector o coordinador, a mí vienen a saludarme y a ti vienen a fiscalizar tu trabajo y a pillarte en algún fallo. Esa es la gran diferencia.
Pues eso es parte del secreto de pensar en positivo. Si nos creemos que somos capaces de hacer una cosa, de conseguirla, y la sentimos como nuestra en presente, estamos creando esa meta. Actuando con alegría, con decisión, y sobre todo con constancia.
El poder del Cosmos, del Universo, del Creador, no entiende muchas veces la mala utilización del “No”
No es lo mismo decir: “Yo no quiero estar enfermo”, que decir “Yo tengo salud”. No es lo mismo decir: “Yo no quiero ser pobre”, que decir “Yo soy rico”. Por lo tanto, debemos evitar en lo posible la negación, lo negativo y el “no”. De esta forma, nuestra parte creadora actuará, y generará lo necesario para conseguir nuestro objetivo.
También es muy necesario tener claro aquello que queremos. Si lo que queremos es un coche nuevo. No es lo mismo decir: “Yo no quiero este viejo coche”, que decir “Yo quiero un coche nuevo” y creerlo con alegría.
Otra parte muy importante es el estado de ánimo. Sé positivamente lo duro que es levantarse a las cinco de la madrugada para ir al trabajo, pero si además de ello, uno se levanta cabreado, refunfuñando y con mal genio, lo más posible es que ese día todo le salga mal. Quítele dolor al dolor.
Si a la hora de despertarse siente apatía, sueño o cansancio, alégrese, piense en lo afortunado que es por tener trabajo y sonría por la suerte que tiene. Si por el contrario carece de ese trabajo, madrugue para conseguirlo, piense en lo afortunado que es porque este día le brinde la oportunidad de encontrar el trabajo de su vida o de conseguir ese negocio que le hará rico. Pero sobre todo, acostúmbrese a decir “Sí”, a sonreír, y a pensar en lo feliz que es porque su proyecto ya es una realidad, aunque este sólo esté en su mente, y los grandes beneficios que va a conseguir. No se preocupe de cómo lo va a hacer, sólo piense en que es una realidad, alégrese por ello, y de esa forma le dará a su parte creadora las instrucciones necesarias para que su proyecto se convierta en una realidad. Elimine toda duda y piense en los beneficios, y deje que su parte creadora trabaje. Métase en la cabeza que usted forma parte del Creador, que ha sido creado a su imagen y semejanza, y que El quiere que usted se dé cuenta del inmenso poder que le dio al nacer. Elimine, despréndase de toda esa energía negativa y piense en positivo.
Si realmente cree que puede conseguirlo, y quiere ampliar y descubrir el inmenso poder que hay dentro de usted, le recomiendo dos cosas:
Primero lea en esta misma sección el artículo “Cómo activar la glándula pineal”. Y segundo, puede descargarse de forma totalmente gratuita desde esta dirección: , un pequeño ensayo (pero no por ello menos efectivo) titulado “EL PODER DE LA METAFISICA Y
Esa es mi meta. Mi pensamiento positivo y mi parte creadora trabajan para conseguirlo, por lo tanto necesito que usted también lo crea. Sólo así podremos volver al jardín del Edén, de donde nunca debimos salir.
(C) Joan Tudela 2012
Interesante todo lo que escuche en sus videos y acabo de leer pensamiento positivo pienso ponerlo en practica puesto que perdi mi trabajo, y estoy sin empleo espero me de resultado gracias.
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