El famoso dicho de Julio Cesar “Divide
y vencerás”, parece no tener límites. La Elite , tan preocupada en salvaguardar sus
intereses económicos, está demostrando claramente que el pueblo es su principal
enemigo, y en su desfachatez se aprovecha de políticos ingenuos para que estos
hagan el ridículo en su nombre y siembren la polémica, y por supuesto, la
división en el pueblo.
Desde hace muchos años, los cazas
militares sobrevuelan en sus prácticas de defensa las grandes urbes. Y ahora, a
unos iluminados independentistas se les ocurre la brillante idea de pedir ayuda
a Bruselas por un par de aviones que han pasado sobre sus cabezas.
Al margen de que no es Cataluña
quien hace el ridículo sino todos los españoles, ya que por mucho que se empeñe
esa minoría surrealista en que la región catalana no es España, siempre ha sido,
es y será española. Pero la cosa consiste en dividir. Pues si el pueblo está
dividido con todas estas chorradas, la élite sigue avanzando en sus planes de
dominación mundial mientras el pueblo muere desangrado por una crisis que
supuestamente nadie ha creado, y que pretenden hacernos creer que los culpables
de la misma somos nosotros.
Siempre ha sido igual “Divide y vencerás”.
Crear confusión, aprovecharse de la ingenuidad del pueblo, remover la basura y
sacar los trapos sucios antiguos. Todo es válido para que el ciudadano siga
confuso, oprimido y sin saber donde está ni lo que está pasando.
Cuando América tenía ciertos
planes dentro de su cortina de humo, a Clinton
una becaria le comió la “polla”. Cuando un político no interesa, le
meten un escándalo sexual, o como en el caso de Kennedy, le pegan dos tiros. Y
si alguien cuenta las verdades, como Julian Assange, le acusan de violación
sexual o vete tú a saber. Y como en España las decisiones no las toma Rajoy, sino
los que realmente le gobiernan, pues hay que seguir dividiendo y confundiendo
al pueblo y se sacan el agravamiento del independentismo catalán.
Lo que el pueblo ignora, y esa es
la verdadera verdad “valga la redundancia”, es que el enemigo está dentro de
casa, y creedme que acojona ver la mentalidad de los que nos gobiernan o nos
pretenden gobernar.
Desde mi pequeña Atalaya de espectador
insumiso, seguiré partiéndome el “nabo” viendo como estos palurdos títeres
hacen el ridículo más espantoso, vendiendo su honor por las treinta monedas de
la infamia.
Sólo espero que el pueblo se dé
cuenta de que hay que despertar. Dejad de ir a votar, "NO" acudir a las huelgas y manifestaciones que ellos mismos
convocan de forma engañosa, es la hora de la desobediencia. Es la hora de la insurrección pacífica, de no creer
en sus mentiras, y de escoger el otro camino que los Indios Hopi nos mostraron
hace miles de años.
“La insurrección pacífica,
humilde, ha comenzado. Y muchos ya hemos empezado.”
A ver si entre todos conseguimos quitarle el forúnculo que
le ha salido a la Dama
de la Libertad
en el culo.
(C) Joan Tudela 2012
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