Poco han tardado los sindicatos
en movilizarse contra un gobierno que pone en peligro su propia estabilidad
económica y al decir “Su” no me refiero a la de sus afiliados. Si no a los que
se han enriquecido durante el gobierno socialista sin hacer prácticamente nada.
Al margen de cobrar un pastizal y pegarse una gran vida. Ahora que el gobierno
les cierra el grifo a las copiosas subvenciones que recibieron de sus
compañeros los socialistas, y en un intento desesperado de demostrar que tienen
la fuerza para movilizar a las masas, nos plantean una huelga que no beneficiara a nadie y en la que veremos
nuestros pobres salarios mucho más reducidos. Mientras, los comités de empresas
siguen pactando ridículos acuerdos y convenios que nos están llevando a todos
los trabajadores a la más absoluta miseria. Bueno a todos no, los enlaces
sindicales y los miembros de los comités gozan de los más elitistas favores
empresariales. Mientras las patronales se pasan con el beneplácito de los
sindicatos, (por el forro), las sentencias del Tribunal Supremo, incluso los
acuerdos d los convenios que firmaron quitándonos los ridículos aumentos
pactados para el 2012. La demagogia barata se respira en el ambiente y nos
quieren seguir engañando.
¿Dónde estaban los sindicatos?
Cuando la jubilación a los 67 años. Cuando, los recortes de pensiones, cuando
se decreto que un trabajador de baja se le podía despedir. Donde estaban
cuando, pactaron en ocho años un ridículo aumento de salario de un 1%. Callados
y muy callados.
Todo esto podrían ser varias de
las razones por no ir a la huelga. El circo de la última huelga, aun me da
verdadera risa. Una huelga en la que sólo les faltó morrearse, por que todas
las manifestaciones afines a la misma iban contra un futuro gobierno que aun no
había ganado las elecciones. Demagogia y más mentiras con las que el pueblo ya
estamos hartos de que tanto los unos como los otros nos tomen el pelo.
Si el actual gobierno no les hubiera cerrado
el grifo, ahora no estaríamos hablando de huelga. Alguna que otra escaramuza
hubiera habido para consolar a sus amigos socialistas, pero aquí impera el dame
pan y dime tonto. Y lo que priva es la pasta gansa.
Por lo tanto la primera razón por
la que no ir a la huelga es que aunque vayas la reforma laboral seguirá
adelante le pese a quien le pese.
La segunda es para demostrarle a
los sindicatos de que ya no nos dejamos engañar y de que ya no nos creemos
nada. De sobra han demostrado durante estos ocho años que son unos vendidos al
capital y que sus afiliados no les importan, salvo para pagar la cuota.
Y la tercera, es que al no
secundar la huelga tal vez se den cuenta de que el pueblo ya no les cree y
entonces, cuando se sienten en las mesas a negociar con la patronal, piensen un
poco más en sus afiliados y tal vez cambien a su verdadera ideología la defensa
de los trabajadores.
Por poner un ejemplo, si durante
estos ocho años, nos hubiéramos acogido a las subidas de los decretos al no
haber acuerdo en los convenios. Nuestro salario actual se hubiera visto
incrementado año tras año, por el IPC, con lo cual y así a grosso modo ahora
muchos estaríamos percibiendo un 21,36 % más, en ves de ese ridículo 1% que se
pactaron en muchos de los convenios.
No señores sindicalistas, así no
se juega a la Democracia. Recuerden
que es “El beneficio de la mayoría, supera al de la minoría y no al de sus
patronales y al de sus lujosas cuentas corrientes.” Así que si aprovechemos
esta huelga para demostrarles a los Sindicatos que los trabajadores estamos
indefensos. A ver si reciben el mensaje y se sientan a negociar como es debido.
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