Hace unos días, recibí un email
de un amigo que me decía: ─ He entrado varias veces en tu blog, y aún no he
leído nada sobre la Nueva Reforma
laboral.
─ ¡Zas!, en toda la boca ─ Me
dije.
Y es que por lógica, después de
haber estado analizando la dura política socialista y todas sus animaladas, que
nos han llevado a la situación actual, no sería honesto que no efectuase una
crítica sobre la actual reforma laboral.
Así, y en respuesta a ese amigo,
que a pesar de ser de izquierdas no por ello deja de ser un buen amigo, no
tengo más remedio que efectuar esta crítica le pese a quien le pese.
Después de leerla varias veces,
saqué las siguientes conclusiones:
Lo que más me llamó la atención,
es que ahora te pueden despedir con veinte días por año trabajado,
prácticamente por el motivo que sea.
Es decir, con nueve días de baja
te pueden despedir. Un par de resfriados que cursen con fiebre y te quedas en
el paro.
En otro contexto, la ley dice que se nos puede
despedir no sólo si hay pérdidas, también si sus ingresos disminuyen durante
tres trimestres seguidos aunque siga
teniendo beneficios. Es más, sólo con que tengan previsto tener esas pérdidas
también pueden despedirte, aunque luego esas pérdidas no se lleguen a producir,
tú ya estás en la calle.
Al margen de eso, no es que te
puedan despedir, sino que si sigues en tu puesto de trabajo, te pueden bajar el
sueldo cuando les plazca, alegando razones de competitividad, productividad y
estrategias de organización de la empresa. De un plumazo se cargan el artículo
41 del Estatuto de los trabajadores, que ahora dice que por razones, técnicas,
de productividad, organización, etc.… se podrá modificar la cuantía de los
salarios, incluido el horario laboral. Adiós a la conciliación familiar.
Por otro lado, adiós al despido
improcedente. Ahora todos los despidos se consideran procedentes, y es el
trabajador el que tiene que demostrar que era improcedente. Es más, los
salarios que durante ese tiempo deberías de percibir, sólo se te abonarán si el
juez dictamina que era improcedente. Pero si optas por la indemnización te irás
a la calle con 33 días por año y sin percibir esos salarios. Con lo cual “en
juicios te veas aunque los ganes”.
Los ERES se podrán tramitar
directamente sin autorización gubernativa, es más se amplían las causas
objetivas para que se puedan producir estos ERES. El pudor me impide
enumerarlas.
Los incentivos por maternidad
también se han suprimido. Como siempre, la mujer perdiendo terrenos.
En cuanto a los convenios
colectivos, de nada sirven. Esto le quita poder a los Sindicatos, ya que les
deja fuera de la Negociación
Colectiva. También, para lo que estaban haciendo, mejor que
se queden en casa. Porque los últimos convenios no han sido para ponerse a
echar flores. Con lo cual, si un trabajador no está de acuerdo con que no se le
aplique lo pactado en el convenio, puede optar por ser despedido con veinte
días.
Por otro lado, sólo se contratarán
parados que estén cobrando el desempleo, para que el empresario pueda percibir
las subvenciones. Los parados sin subsidio seguirán parados.
Y cuando llegué al tema de los
funcionarios, aquí ya me paré y me empezó a doler la cabeza.
En resumen, (y eso lo saben bien
los Sindicatos, que han sido los primeros en usar esta nueva reforma
despidiendo a los trabajadores que les sobraban tras perder sus socios las elecciones)
que ahora se puede despedir a un trabajador por el motivo que sea y como sea.
Aquí viene eso de que pagarán justos por pecadores.
Y ahora viene la parte más cruda
para mí, tener que dar mi parecer sobre esta reforma laboral. Y lo peor de todo,
es que en honor a mi amigo, no puedo acogerme a la quinta enmienda, bien por
que no vivo en Estados Unidos, bien porque se lo debo a mi amigo.
Creo que bastará, si digo que esto no va a
reducir el paro ni por asomo. Esto, lo único que hará, es que como se les
ocurra poner puertas giratorias en la entrada de las oficinas del INEM, con la
energía que van a desarrollar se podría rebajar el recibo de la luz, que por
cierto nos van a volver a subir. Porque van a estar saliendo unos del paro y
otros van a estar entrando, simplemente se va a producir un cambio de personas.
A partir de ahora no es recomendable hacerse muy amigo de un compañero de
curro, porque puede que al día siguiente o no esté él o no estés tu, y es
probable que hayan puesto a un becario o alguien menos cualificado que acepte
trabajar por un miserable sueldo.
Y puedo añadir sin que me tiemble
el pulso, y a sabiendas de que me voy a ganar varios enemigos más, que esto no
va a reducir el paro, es más, lo aumentará y mucho. Y que esto sólo beneficia a
unos pocos y nos vapulea nuevamente a los de siempre. Es más, no sé cómo vamos
a poder subsistir con estos salarios, con los que si antes no llegábamos a fin
de mes, ahora no vamos a llegar ni al
principio.
¿Y por qué se ha hecho esta
reforma laboral?
La única explicación que
encuentro es que la crisis es un camelo creado por las grandes fortunas, por
los que tienen la pasta para encaminar a la sociedad al caos mundial e
implantar ese Nuevo Orden Mundial del que tanto se viene hablando
últimamente, y al que Kennedy se opuso
y por eso lo mataron.
Cuando el Sr. Rajoy, llenito de
buenas intenciones, ha llegado a sentarse en el sillón de mando, le han cogido
por banda y le han dicho: ─ Mi querido amigo, esto es lo que hay, y esta es la
reforma que hay que hacer. ¿Ves lo bien que lo hicieron tus amigos los
Socialistas? Pues venga, tú has de hacerlo igual.
Es más, no le han dejado otra
salida, porque con esto sólo me han demostrado que la política hace tiempo que
no la marcan los gobiernos de cada país.
¡Pobres catalanes y vascos! Tanto
pedir la independencia y no saben que al final van a tener que rendir cuentas a
esa mano negra que todo lo mueve.
¿Cuál es la solución?
Lamentablemente ninguna.
Primero: Porque por muchas
huelgas, manifestaciones y demás
tonterías que se hagan, no vamos a conseguir nada. Porque si vamos a la huelga,
lo único que podemos sacar, es que nos descuenten unos 150 euros por ese día, o
que nos despidan con veinte días.
Segundo: Porque en los
Sindicatos, que de sobra han demostrado que no sirven para nada y que son
fácilmente sobornables, ya no se puede confiar. Y ni tan siquiera puedes acudir
a la justicia porque el trabajador está totalmente indefenso. Con esta reforma
se le han cerrado todos los cauces legales. Y ya no hay sitio donde podamos ir.
Esto se carga el artículo 24. 1
de la Constitución
Española
1. Todas las personas
tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda
producirse indefensión.
Con esta reforma laboral, en estos momentos el trabajador está
indefenso ante los tribunales. Por la sencilla razón de que, no puede ni tan
siquiera protestar cuando el despido sea improcedente, por la sencilla razón de
que no tiene poder económico para meterse en juicios y menos injustos.
También se carga el artículo 33.3 de la Constitución
Española
2. Nadie podrá ser privado
de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o
interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con
lo dispuesto por las Leyes.
¿Qué ha pasado con los derechos
adquiridos que tenían los trabajadores? ¿Por qué no se respetan los convenios,
ni los contratos anteriores a la reforma?
1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al
trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del
trabajo y a una remuneración
suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que
en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
Y a esto hay que añadir, que hace más de diez años
que el trabajador no recibe una remuneración suficiente para satisfacer ni sus
necesidades ni las de su familia. Y por supuesto olvidarse de la promoción a
través del trabajo. De eso ya ni hablemos.
Por lo tanto, es tan grande la indefensión que en
estos momentos tenemos, que ni tan siquiera esos Sindicatos que tanto nos
apoyan, en vez de cegarse en una huelga general que a nadie beneficiaria, no
han recurrido a ese Tribunal Constitucional que tan bien conocen, si es el
mismo que legalizó a Bildu y puso a unos asesinos en el Congreso. Pues bien,
con la Constitución
en la mano, los Sindicatos ni tan siquiera se han molestado en ir al
Constitucional a reclamar un salario justo acorde con el actual nivel de
consumo, que es lo que en realidad pretende decir la Constitución de forma
tan confusa que se pueda leer de varias formas.
Por lo tanto, y en honor a ese amigo (ya que le he
contado lo que pienso) sólo me queda decirle, que esto con Franco no pasaba.
Porque ahora no estaríamos metidos en una política europea que nos dice cuanta
leche hemos de producir, cuanto hierro, y por dónde tenemos que recortar, y que
dentro de poco terminará por decirnos cuantas veces tenemos que hacer el amor
con la parienta.
¡Viva la peseta! Aunque teníamos pocas, al menos
era nuestra y con ella nos manejábamos mejor y nos cundía más.
(Lo que están haciendo con los trabajadores en
todo el Mundo, es sencillamente INHUMANO.)
© Joan Tudela 2012