El otro día me puse a echar cuentas de todos los despilfarros, abusos, malversaciones y fraudes de los que hemos sido objeto los españoles desde el año 2008 hasta la fecha actual.
Entre los “eres” falsos de Andalucía, pasando por aquel alcalde que pagaba en los prostíbulos con la tarjeta visa del ayuntamiento, los estudios del mapa del clítoris femenino, los gastos desmesurados de los alcaldes socialistas, mientras la policía local patrullaba a pie, los asuntos gasolineras del Sr. Blanco y muchos temas más hasta llegar al bochornoso asunto del Urdangarín. La lista se me hacía interminable y la enorme suma llegó a bloquearme la calculadora con el fastidioso E00000. Así que cuando la cifra estafada alcanzaba miles de miles de millones, me bloquee y opté por hacer un Reset.
Esta y sólo esta es la verdadera culpable de la crisis que estamos padeciendo y de la que no se vislumbra esperanza alguna de poder salir.
Mientras tanto las únicas soluciones son recortes y más recortes, porque la única forma de pagar todo este despilfarro y fraude es con impuestos y bajadas de salarios. Como siempre a pagarlo el más débil y el más pobre.
Difícil tarea la del Sr. Rajoy, que haga lo que haga, los indignados de Cayo Lara, siempre estarán a la que caiga para criticar. ¿Pero hay alguien que se crea hoy en día la gran mentira del comunismo? ¿Alguien es capaz de pensar que con un régimen comunista íbamos a vivir mejor? Buen ejemplo nos dan los dictadores de Venezuela, Cuba, Corea, China etc. Donde el pueblo malvive mientras los líderes y sus más allegados se dan la gran vida, donde los derechos humanos son diariamente pisoteados.
En pleno siglo XXI, se exige un cambio de mentalidad, un cambio donde se garantice la convivencia pacífica, con un reparto más equitativo de la riqueza (no de la pobreza como reza el comunismo) y donde las libertades individuales de cada ser humano no conlleven la opresión de la mayoría. Debemos de caminar hacia una convivencia pacífica, y eso sólo será posible que con ataque de honradez por parte de todos y sobre todo de los que hoy en día amasan el capital y lo gobiernan.
Difícil lo tiene el Sr. Rajoy para poder sacarnos a todos de este atolladero, y máxime cuando las envidias, avaricias y codicias egoístas han llegado al techo máximo permitido por el sentido común.
Creo que en estos momentos la ley debiera de actuar de forma contundente, que toda esta gente devuelva lo que han robado al pueblo. Sólo con recuperar la mitad ya no serían necesarios tantos recortes. Pero algo me dice en mi interior que del dinero desaparecido no se va a recuperar nada y que los causantes de tanto daños, no van a recibir el justo castigo que se merecen, y si no, pues tiempo al tiempo. La tomadura de pelo de la oligarquía económica (Don Dinero que es el que realmente manda) nos seguirá chupando la sangre, hasta que ya no nos quede ni una gota y el dinero deje de tener validez, porque sólo lo tengan unos pocos. Repito, necesitamos un ataque de honradez y honestidad.
(c) Joan Tudela 2011
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