Soy un pecador, de eso no me cabe la menor duda. Creo que se
debería crear una sociedad de Pecadores Anónimos y yo sería de los primeros en
apuntarme. Que tengo dudas de fe, eso también es cierto. Que siempre me acuerdo
de Santa Bárbara cuando truena, también es una realidad. No obstante, nunca he
dejado de buscar a Dios en mi interior y en cualquier lugar donde su palabra
pudiera indicarme y hacerme aumentar la fe.
Que no me gusta el cariz que está tomando esto, y que cada día
levanto mi lengua venenosa en poner a bajar del burro al gobierno a ver si se
espabila y se pone las pilas y piensa más en el pueblo que en sus amos los
bancos y las multinacionales, creo que eso es un hecho probado.
No obstante, dentro de mi azarosa vida siempre encuentro un
momento de paz para mi recogimiento, para estimular mi glándula pineal, donde
estoy convencido que el Creador allí albergó mi alma, y dedicar unos momentos a
la meditación, a pedir perdón por mis pecados y a rezar a mi Virgencita, que,
tal vez como buen valenciano debiera de ser la Virgen de los Desamparados.
Pero que más da, para mí, madre de Dios sólo hay una y a ella intento regresar
cada vez que puedo.
Y ahora os preguntaréis ¿Y este tío por qué me cuenta esta historia?
Creo que si aún estas leyendo esto, es porque igual te interesa lo que voy a
contarte.
Un buen día, no hace mucho (creo que sobre el mes de mayo
del 2012) me acosté pensando en hacer nuevos programas para lanzar por la red:
ideas de páginas Web, redes sociales, juegos, links de películas… En fin, todo
aquello que una rata de la programación como yo, intenta sacar para
conseguir la aplicación del millón de
usuarios y sacar unas pelas más para aportar a la economía doméstica y salir de
la crisis. Pero sin darme cuenta me sumergí en un sueño. En él, me veía con una
foto de la Virgen María
en mi mano, una foto que no me indicaba qué Virgen podía ser, simplemente la
foto llena de ternura me inspiraba a la oración, y en ese mismo sueño una voz
que me decía: ¿Por qué no haces un Rosario para todo aquel que no lo sepa
rezar, que le sea fácil hacerlo, le sirva de guía y pueda adentrarse en el
beneficio de su oración? Cuando desperté, poco o nada recordaba de este sueño,
pero algo quedó grabado en mí, la foto que había visto en mi sueño. Como pasé
del tema, durante los días siguientes se volvió a repetir el mismo sueño, por
lo que a la tercera vez me levanté, me senté delante del ordenador, y algoritmo
tras algoritmo el Rosario online tomó forma. Algo faltaba, una foto de la Virgen, y comencé a buscar
por Internet. Cual fue mi sorpresa, cuando delante de mí Google me ofrecía la
misma foto que había visto en mi sueño. Y allí la deposité, coronando el inicio
de mi Santo Rosario.
No sé si es un milagro, una inspiración divina, o
simplemente que en el interior de mi glándula pineal algo me decía que debía
hacerlo. Lo cierto es que día a día lo rezo, que hay gente que entra a rezarlo
y eso me hace sentir bien. Creo que en estos momentos de crisis, tanto de fe
como económica, en el rezo del Santo Rosario y en la meditación sobre el mismo
del Beato de Álamo, encuentro la paz que necesito y la fuerza para seguir
luchando ante la adversidad.
Y si con ello alguien encuentra lo mismo, pues sea bienvenido
el sueño que tuve y las 15 horas que me llevó el hacerlo realidad. No sé si algún
católico lo puede ver de forma frívola, pero si
eso me hace sentirme cerca de mi Virgencita, no puede ser nada malo.
Aquí te dejo el link por si te apetece.